La definición más completa de composición es «el proceso de seleccionar, disponer y enfatizar las partes que componen una imagen, para apoyar y sustentar el mensaje que el fotógrafo pretende transmitir», en resumen es la disposición de elementos y sujetos dentro del cuadro. Una buena composición puede marcar la diferencia entre una fotografía mediocre y una gran fotografía con aspecto profesional. Hasta aquí todo bien, ¿cierto? ¡Bien! Llevémoslo a la práctica.
Todo fotógrafo debe saber observar, es decir, tener la habilidad de observar qué tiene delante y visualizar mental e inmediatamente cómo eso quedará enmarcado dentro del cuadro de la foto. Es la habilidad más importante del responsable de tomar la fotografía porque, no sólo determina qué elementos visuales aparecerán en la imagen, sino también cómo influirán estos a la hora de disparar.
La composición y la capacidad de observar están íntimamente relacionados, que incluso hay quien usa los términos con el mismo significado. Sea como sea, hay una serie de reglas que ayudarán en ambos procesos y servirán de guía para organizar las formas dentro del espacio visual disponible. Todo esto manteniendo siempre un sentido de unidad en la imagen para que el resultado sea armonioso y estéticamente equilibrado.
Cuando nos iniciamos en fotografía conviene aplicar estos principios en las tomas:
- Descentrar el motivo principal: Las imágenes mejoran considerablemente desplazando al protagonista a un lado del encuadre, rompiendo así esa tendencia a la simetría.
- La línea del horizonte: Las reglas de la composición indican que debemos evitar que la línea del horizonte divida la fotografía en dos mitades iguales. Esto implica decidir si nos interesa más ganar espacio en el cielo o en la parte baja del encuadre. La línea del horizonte debe aparecer, por norma general, nivelada.
- La regla de los tres tercios: Si dividimos el encuadre en tres partes iguales tanto longitudinal como transversalmente, nos encontramos con cuatro intersecciones que reciben el nombre de puntos críticos. Todo elemento que coloquemos en uno de ellos resaltará sobre el resto de la escena, ya que es ahí donde primero fijamos la vista.
- Referencias de escala: En una fotografía, es fácil que perdamos la referencia del tamaño del motivo principal, ya que el espectador no tiene por qué saber con qué focal hemos disparado o a qué distancia nos encontramos. Una de las mejores referencias es la figura humana.
- Diagonales y líneas de fuga: Siguiendo las reglas de la composición, incluir diagonales en nuestras composiciones es una buena idea, ya que las dotan de fuerza y dinamismo. Las líneas de fuga que convergen en un punto lejano crean una sensación de profundidad muy interesante. Las líneas que se internan en nuestra fotografía tienen, además, la facultad de dirigir nuestra mirada en esa dirección.
- Contraste de color: Cuando compaginamos colores muy oscuros con otros muy llamativos resulta más fácil obtener imágenes impactantes.
- Repetición: Hay muchas situaciones en las que podemos abstraer un grupo de elementos iguales en forma y color. Los resultados son siempre muy llamativos.
- Dirección y perspectiva: De acuerdo con las reglas de composición, según donde situemos la cámara, obtendremos diferentes efectos y sensaciones tanto de direccionalidad como de perspectiva. Podemos aprovechar para introducir elementos visuales en la toma que refuercen estas sensaciones.
- Simetría: Aunque puede parecer una contradicción con la anterior regla de descentrar al sujeto, en ocasiones hay motivos que reclaman la simetría. Para que este tipo de fotos funcione, el motivo debe estar muy equilibrado en cuanto a peso visual.
- Perder el miedo al espacio vacío: En ocasiones, ciertos elementos visuales con mucha fuerza pueden sostener grandes espacios vacíos en nuestras imágenes. No siempre tenemos que llenar el encuadre con multitud de motivos. Cuantos menos elementos tengamos, más fácil nos resultará realizar una composición acertada.
- Formato cuadrado: Esta regla exige otras recetas compositivas diferentes. La regla de los tres tercios no es aplicable en estas dimensiones, sin embargo, se presta mucho más a la simetría y a los elementos centrados. En general, el formato cuadrado nos transmite una mayor serenidad y sensación de equilibrio.
- Buscar texturas: Fotografiar texturas nos permite abstraernos de la realidad sin la necesidad de tener que buscar en ellas formas específicas. Las texturas nos ofrecen resultados muy plásticos y expresivos
Composición fotográfica. Ejercicio:
Salgamos en busca de formas geométricas y compongamos fotografías con ellas. Buscaremos: Cinco triángulos, cinco cuadrados y cinco círculos. Los triángulos se pueden formar de manera más implícita, relacionando varias líneas, y los cuadrados y círculos serán objetos reales que aislemos.
Resultado: Con este ejercicio conseguiremos entrenar el ojo para que rápidamente vea esas formas geométricas y seamos capaces de visualizar más rápido nuestras fotografías. El principio del ejercicio suele ser lento, tardamos en encontrar las primeras formas, pero una vez hemos empezado resulta difícil parar.
Parte de este texto fue sacado de: Las 12 reglas de la composición fotográfica. Revista Gadget.