¿Cómo sacar la fotografía de espagueti más abundante?

Tomar fotografías de comida capaces de hacer agua a la boca de quien la vea es una habilidad que se gana con esfuerzo y a veces parece que también se necesita de un gran presupuesto, la realidad es que no siempre es así. En la fotografía de alimentos es importante contemplar que menos es más sobre todo en la ración de alimento que se va a fotografiar.

Deberás conseguir lo siguiente:

  • 100 gramos de pasta cocida
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 50 gramos de salsa con carne de res
  • Queso parmesano al gusto
  • Unicel o esponja
  • Pincel
  • Pintura amarilla y blanca
  • Plato

Manos a la obra:

  1. Pinta el unicel o esponja tratando de igualar el color de la pasta
  2. Colocar el unicel o la esponja en el plato
  3. Cubrir el unicel o la esponja con la pasta de tal forma que no se note unicel o la esponja
  4. Colocar la salsa con carne en el centro del espagueti
  5. Agregar queso parmesano al gusto

Consejos para conservar la pasta fresca:

Conforme pase el tiempo la pasta se irá deshidratando, podrás agregarle un poco de aceite para devolverle la frescura y el color brillante y también podrás evitar que la pasta se pegue entre ella.

Información adicional

La planeación para este tipo de fotografías de alimentos es primordial. No puedes preparar la comida y en ese momento ponerte a pensar dónde la vas a poner para hacerle las fotos. A todo el mundo le va la espontaneidad y cree que no hay trabajo tras una foto. Pero lo cierto es que debes planificar tu sesión y visualiza qué vas a fotografiar dibujando incluso unos simples esquemas con los elementos. Elige el lugar, dispón los elementos y asegúrate de que todo esté listo para cuando sea momento de sacar tu platillo. Recuerda que un buen escenario te va a dar una buena imagen.

Una vez que tengas todo el escenario decidido, la mesa donde lo vas a poner, el fondo que va a salir, la ventana que vas a usar para hacerle llegar luz y todo el resto de elementos. Entonces ahí ya puedes poner el plato en la mesa.

Otro elemento a considerar es el color pues es el mejor amigo de las fotografías de comida. Verduras como tomates, pimientos y cebolla hacen buena compañía a un filete y le dan mucho color. Un filete solo, por muy bueno que esté, no va a ser apetitoso.

El enfoque es otro de los aspectos a tener en cuenta para la fotografía de comida. Y es aquí cuando entra en juego la cuestión técnica, donde te recomendamos que cuentes con un objetivo rápido, o con una buena apertura. Lo mejor será trabajar con el diafragma abierto para conseguir un enfoque crítico en las imágenes, dejando el fondo desenfocado. Enfocar una parte de la imagen te ayudará a centrar la atención en los detalles, darle mayor interés y un mayor volumen dentro de la escena, mientras que si usas un enfoque general con una apertura mediana, el plano toma homogeneidad y pierde impresión. Por esta razón, te sugerimos usar una profundidad de campo corta.